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Siente la armonía de la comodidad y el rendimiento. Su experiencia con la ergonomía y el bienestar debe ser sencilla y uniforme para obtener los mejores resultados de una manera cómoda, personal y profesional.
Kensington es la opción inteligente cuando se busca ergonomía y bienestar. Nuestros innovadores productos SmartFit® son intuitivos, se pueden ajustar sin esfuerzo ni herramientas, y acaban con las conjeturas a la hora del montaje.
Kensington hace que la ergonomía sea sencilla. Los productos ergonómicos ofrecen todas sus ventajas cuando están bien ajustados, y nosotros nos aseguramos de que así sea. Nuestros productos SmartFit® son fáciles de usar, se pueden adaptar rápidamente y proporcionan un encaje cómodo y personalizado para cada usuario.
Si quiere que su lugar de trabajo sea más sano y más productivo, elija las soluciones de ergonomía y bienestar de Kensington.
Si necesita ayuda para elegir los productos ergonómicos adecuados para su lugar de trabajo, contacte con nosotros.
La ergonomía es la ciencia encargada de diseñar y organizar los entornos laborales para que se ajusten a las capacidades y necesidades de las personas. Se centra en optimizar la interacción entre las personas y sus lugares de trabajo, de modo que sea posible mejorar la comodidad, la productividad y el bienestar general. Es importante porque, con los productos ergonómicos adecuados, es posible evitar trastornos musculoesqueléticos, reducir la fatiga y mejorar la eficiencia y la calidad del trabajo.
Si la ergonomía es deficiente, pueden producirse efectos perjudiciales para la salud y la productividad. Puede generar problemas musculoesqueléticos, como dolores de espalda, tensión cervical y lesiones por esfuerzos repetidos. La incomodidad y el dolor pueden obstaculizar su capacidad para concentrarse, por lo que se reduce la productividad y aumenta la probabilidad de cometer errores. Al dar prioridad a la ergonomía, puede reducir al mínimo el riesgo de sufrir lesiones y aprovechar las ventajas de contar con un lugar de trabajo eficiente y beneficioso.
Los principios más importantes de los espacios de trabajo ergonómicos son los siguientes: mantener posturas naturales para el cuerpo, proporcionar una buena sujeción a diferentes partes del cuerpo, ajustar el equipo al cuerpo y fomentar el movimiento y la variación al realizar las tareas. Estos principios tienen el objetivo de reducir la fatiga muscular y en las articulaciones, optimizar la circulación sanguínea y fomentar una buena alineación para mejorar la comodidad y la productividad.
Hay diferentes productos ergonómicos que pueden mejorar la comodidad, fomentar una buena postura y reducir el riesgo de sufrir lesiones musculoesqueléticas. Por ejemplo, ratones y teclados ergonómicos, elevadores para portátiles y soportes para monitores, brazos ajustables para monitores, escritorios para trabajar de pie o sentado y otros accesorios como reposapiés, atriles, reposamuñecas y respaldos.
Para ajustar una silla ergonómica, lo primero es ajustar la altura del asiento, hasta que los pies queden planos sobre el suelo o un reposapiés. Asegúrese de que las rodillas estén en un ángulo de 90 grados. Ajuste la profundidad del asiento para dejar unos centímetros de espacio entre el borde del asiento y la parte posterior de las rodillas. Ajuste el respaldo para que siga la curva natural de la columna. Puede usar un soporte lumbar si está disponible. Deberá ajustar los reposabrazos para conseguir la máxima comodidad con los hombros relajados.
Coloque el monitor justo delante de usted, a la altura de sus ojos o un poco por debajo. Utilice un brazo para monitor, un elevador para portátiles o un soporte para monitor, según sea necesario. Asegúrese de conseguir una distancia cómoda para la vista, que suele ser de un brazo de distancia. Incline el monitor ligeramente hacia atrás para reducir los reflejos, y ajuste el brillo y el contraste para adaptarlos a su entorno. De forma periódica, es recomendable tomarse un descanso para dejar descansar la vista. Puede practicar la regla del 20-6-20: cada 20 minutos, mire a un objeto situado a 6 metros, durante 20 segundos.
Para ajustar la altura de su escritorio y conseguir la mejor ergonomía, asegúrese de que puede tener los codos a 90 grados cuando escribe. Suba o baje el escritorio o la silla para conseguir esta posición. Las muñecas deben estar rectas y a la altura del teclado, y los antebrazos deben quedar paralelos al suelo. Esta alineación ayuda a evitar la tensión en las muñecas y fomenta una postura más cómoda y eficiente cuando se trabaja. Utilice una bandeja para teclados o un reposamuñecas para conseguir la alineación adecuada.
Para escribir de forma ergonómica, coloque el teclado a una altura que le permita tener las muñecas rectas y relajadas mientras escribe. Mantenga el teclado cerca del cuerpo, con los codos a 90 grados. Coloque el ratón junto al teclado, al mismo nivel, y asegúrese de que la mano tenga una posición neutral, evitando tener que estirar o doblar demasiado la muñeca. Utilizar un teclado ergonómico con soporte para la muñeca puede ofrecerle más comodidad y reducir el riesgo de sufrir lesiones por esfuerzos repetidos.
Los escritorios para trabajar de pie ofrecen varias ventajas, como una mejor postura, más consumo de calorías y menos riesgo de sufrir problemas relacionados con el sedentarismo. Para configurar correctamente un escritorio para trabajar de pie, ajuste la altura hasta que los codos estén en un ángulo de 90 grados mientras escribe, y el monitor esté a la altura de los ojos. Puede utilizar una alfombrilla antifatiga para tener más amortiguación, usar calzado de apoyo y alternar entre trabajar de pie y sentado a lo largo del día para evitar posturas estáticas prolongadas.
Para aliviar las molestias relacionadas con la ergonomía, incorpore a su rutina ejercicios y estiramientos. Por ejemplo, puede realizar estiramientos de cuello, giros de hombros, rotaciones de muñeca y estiramientos de espalda. Hacer pequeñas pausas para estirar o realizar ejercicios sencillos puede ayudar a aliviar la tensión muscular, mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de sufrir lesiones por esfuerzos repetitivos. Consulte a un profesional sanitario o a un especialista en ergonomía sobre los ejercicios específicos adecuados a sus necesidades.
Para prevenir y controlar los dolores de muñecas y manos provocados por tareas repetitivas, asegúrese de que la ergonomía es la adecuada manteniendo una posición neutra de la muñeca mientras teclea o utiliza el ratón. Haga pausas periódicas para descansar y estirar las manos y las muñecas. Considere la posibilidad de usar herramientas ergonómicas, como reposamuñecas o ratones y teclados ergonómicos. Si el dolor persiste, consulte con un profesional sanitario para recibir un diagnóstico adecuado, así como orientación sobre el tratamiento y las medidas preventivas.
Sí, hay soluciones ergonómicas para equipos de trabajo móvil o a distancia. Considere la posibilidad de utilizar soportes móviles para portátiles o elevadores ergonómicos para portátiles para elevar la pantalla al nivel de los ojos, así como teclados y ratones externos que le ayuden a mejorar la postura al escribir. Asegúrese de que la silla sea cómoda y tenga suficiente apoyo, y ajuste su espacio de trabajo para favorecer una buena postura y reducir la tensión corporal.
Si va a utilizar dos monitores en su espacio de trabajo, colóquelos justo delante de usted y a la altura de los ojos. Ajuste la altura y la inclinación de cada monitor para reducir al mínimo la fatiga ocular y cervical. Asegúrese de dejar una distancia adecuada entre usted y las pantallas para poder verlas sin tener que hacer demasiados movimientos de cuello o cabeza. Considere la posibilidad de utilizar brazos para monitores para lograr un buen posicionamiento y alineación.
Si quiere mantener una buena postura mientras trabaja en su escritorio durante muchas horas, siéntese con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, deje los hombros relajados y descanse los pies sobre el suelo o un reposapiés. Mantenga la cabeza alineada con su columna vertebral y evite encorvarse hacia delante. Haga breves descansos para levantarse, estirar y reajustar la postura. Utilizar una silla ergonómica y mantener bien posicionados el escritorio y el equipo puede ayudarle a conseguir una buena postura.
Algunos de los signos y los síntomas relacionados con la ergonomía son la incomodidad, el dolor, la rigidez, el entumecimiento, el hormigueo o la reducción del movimiento en las zonas afectadas. Las zonas más comunes a tener en cuenta son el cuello, los hombros, la espalda, las muñecas y las manos. Para prevenir las lesiones relacionadas con la ergonomía, asegúrese de que su espacio de trabajo sea ergonómico, haga pausas periódicas para estirar y moverse, adopte una buena postura y escuche las señales de su cuerpo. Si los síntomas persisten o empeoran, acuda al médico para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.
Se recomienda hacer pausas breves e incorporar el movimiento en la jornada laboral cada 30 minutos o una hora. Levántese, estire y realice actividades físicas ligeras para favorecer la circulación sanguínea, aliviar la tensión muscular y reducir la fatiga provocada por permanecer sentado durante mucho tiempo o realizar tareas repetitivas. Ajuste la frecuencia y la duración de las pausas en función del nivel de comodidad y de la naturaleza de su trabajo.
Sí, las mejoras ergonómicas en el lugar de trabajo pueden aumentar significativamente la productividad y el bienestar de los empleados. Las intervenciones ergonómicas, que ofrecen un entorno de trabajo cómodo y beneficioso, pueden reducir la fatiga, minimizar las molestias y el dolor, y mejorar la atención y la concentración. Los empleados que menos incomodidad física sufren están más comprometidos, son más productivos y se sienten más satisfechos con su trabajo.